Sunday, November 2, 2008

Méta-matériaux : L'invisibilité est en vue !

Rendre un objet invisible et concevoir une cape d'invisibilité comme celle portée par Harry Potter, deux rêves réservés aux amateurs de science fiction ? Plus vraiment, si l'on en croit une étude parue la semaine dernière dans l'édition en ligne de la revue Science
Quand la lumière "coule" autour des objets

Des chercheurs britanniques et américains avancent qu'en théorie il est désormais possible de concevoir une barrière d'invisibilité, permettant de soustraire tout objet à la vue. Cette cape d'invisibilité, ou plutôt ce bouclier d'invisibilité, étant donnée la largeur que devraient accuser les premiers prototypes, ferait dévier les rayons lumineux, de façon à ce qu'ils s'incurvent suffisamment pour éviter l'objet qu'elle dissimulerait : « C'est un peu comme si vous ouvriez un trou dans l'espace », explique David R.Smith, de la Duke's Pratt School. En théorie, la lumière « coulerait » le long de l'objet protégé par le bouclier et épouserait ses formes comme de l'eau autour d'un rocher, pour ensuite reprendre son courant « normal » en aval. Ainsi, non atteint par la lumière, l'objet deviendrait invisible.

Mais, en quoi pourraient bien être fabriqués cette cape et ce bouclier, pour qu'ils incurvent suffisamment la trajectoire de la lumière ? En méta-matériaux, des composites artificiels que l'on ne trouve pas dans la nature, explique les chercheurs.

Les méta-matériaux

Les rayons lumineux sont déviés dès qu'ils passent d'un milieu à un autre dont l'indice de réfraction diffère. Mais dévier suffisamment la lumière pour qu'elle évite complètement une région de l'espace, tout en reprenant en aval son cours normal, est un vrai défi. Néanmoins, les méta-matériaux ont permis aux scientifiques de faire de grands progrès dans ce sens. Ces méta-matériaux sont composés de plusieurs couches d'une matrice en fibre de verre, empilées les unes sur les autres, entre lesquelles sont insérés des anneaux métalliques. Soumis à un champ électromagnétique ou à de la lumière, les méta-matériaux réagissent en induisant un champ magnétique interne, et peuvent modifier la course des rayons lumineux. En outre, ils sont même capables de présenter des indices de réfraction « négatifs » !

Les équipes de recherche dirigées par Ulf Leonhardt (université de St Andrews, Ecosse) et de John Pendry (Imperial College, Londres) ont montré que, en théorie, des méta-matériaux pourraient faire « couler » la lumière autour d'un objet donné, et être utilisés pour construire des boucliers d'invisibilité. Néanmoins, ces systèmes ne pourraient dissimuler des objets qu'aux longueurs d'ondes correspondant à la taille des composants des méta-matériaux. Aussi, pour concevoir une cape fonctionnant dans le champ visible, il conviendrait de la « tisser » aux échelles microscopique et nanoscopique. Cependant, les chercheurs pensent pouvoir contourner le problème en entourant le « trou d'invisibilité » d'un matériau à haut indice de réfraction.

Un premier prototype de bouclier d'invisibilité, fonctionnant dans les micro-ondes, devrait être présenté dans 18 mois. Nul doute que les "moldus" seront nombreux à assister à cet événement… Comme quoi, se rendre invisible comme Harry Potter, ce n'est peut-être pas sorcier !

Article de Futura sciences


Thursday, October 2, 2008

Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa

Cansados de los larguísimos reinados de los presidentes Francois Mitterrand y de Jacques Chirac, los franceses eligieron a Nicolas Sarkozy con la esperanza de la energía de este último lograra revitalizar al país. Esperaban acabar así con años de inmovilismo y de ideologías obsoletas. Lo que obtuvieron fue una ruptura con los principios fundamentales de la nación francesa y ahora se han quedado estupefactos ante este «hiperpresidente», que todos los días embiste contra un nuevo asunto, que succiona a la derecha y a la izquierda, que trastoca todos los puntos de referencia sembrando así la confusión total.

Como niños que han hecho una gran travesura, los franceses están hoy demasiado ocupados buscando cómo disculparse como para tener tiempo de reconocer su propia ingenuidad y la envergadura de los daños. Y también se niega a hacer algo que tenían que haber hace mucho tiempo: admitir quién es realmente NIcolas Sarkozy.

Es verdad que estamos hablando de un hombre muy hábil. A la manera de un ilusionista, ha logrado desviar la atención del público hacia su vida privada, ofreciéndola como espectáculo y posando en las revistas de sociedad hasta hacer olvidar su trayectoria como político.

El objetivo de este artículo no es reprocharle a NIcolas Sarkozy sus relaciones familiares, sus amistades o sus relaciones profesionales. Lo que sí le reprochamos es haberle ocultado a los franceses los vínculos que lo atan, cuando sus compatriotas creían, erradamente, que estaban eligiendo a un hombre libre.

Para poder entender cómo fue que un hombre en el que todos ven hoy a un agente de Estados Unidos y de Israel logró convertirse en jefe del partido gaullista y después en presidente de la República Francesa, es necesario mirar hacia el pasado. Tenemos que abrir un amplio paréntesis para presentar a los protagonistas que hoy están concretando su revancha.
Secretos de familia

En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, los servicios de inteligencia de Estados Unidos recurren al padrino italo-estadounidense Lucky Luciano para garantizar la seguridad de los puertos estadounidenses y preparar el desembarco de los Aliados en Sicilia. El responsable de los contactos de Luciano con los servicios estadounidenses es Frank Wisner Sr. Más tarde, cuando el «padrino» es liberado y se exila en Italia, el encargado de mantener los contactos en su «embajador» corso, Etienne Leandri.

En 1958, Estados Unidos, preocupado ante la posibilidad de la victoria del FLN en Argelia, hecho que abriría la puerta a la influencia soviética en el norte de África, decide planificar un golpe de Estado militar en Francia. En la organización de esta operación participan de conjunto la Dirección de Planificación de la CIA –teóricamente bajo la dirección de Frank Wisner Sr.– y la OTAN. Pero Wisner ha sucumbido ya ante la demencia así que quien supervisa el golpe no es otro que su sucesor: Allan Dulles. Desde Argel, un grupo de generales franceses crean un Comité de Salvación Pública, que presiona al poder civil –en París– y lo obliga a otorgar plenos poderes al general De Gaulle, sin tener que recurrir a la fuerza.

Pero Charles De Gaulle no es el peón que los anglosajones esperaban poder manejar. Al principio, De Gaulle trata de resolver la contradicción colonial concediendo una amplia autonomía a los territorios de ultramar en el seno de la Unión Francesa. Pero, es ya demasiado tarde para salvar el imperio francés porque los pueblos han dejado de creer en las promesas de la metrópoli y exigen la independencia. Luego de dirigir exitosamente feroces campañas represivas contra los independentistas, De Gaulle acepta lo que ya resulta evidente. Haciendo gala de una sabiduría política poco común, se decide a conceder la independencia a todas las colonias.

Aquellos que lo habían conducido al poder interpretan este brusco viraje como una traición. La CIA y la OTAN apoyan entonces todo tipo de conspiraciones para eliminarlo, entre ellas un golpe de Estado que fracasa y unos 40 intentos de asesinato. Pero algunos de sus partidarios aprueban su evolución política y crean el SAC, una especie de milicia destinada a protegerlo, alrededor de Charles Pasqua.

Pasqua es simultáneamente truhán corso y ex combatiente de la Resistencia Francesa contra los nazis. Casado con la hija de un traficante canadiense que se hizo rico en la época de la Ley Seca, Pasqua dirige la firma Ricard que, luego de haber comercializado una bebida prohibida –el ajenjo– se hace de una reputación de respetabilidad vendiendo anís. Sin embargo, la firma sigue sirviendo de pantalla para todo tipo de tráficos relacionados con la familia italo-newyorkina de los Genovese –la familia del propio Lucky Luciano. No resulta entonces sorprendente que Pasqua recurra a Etienne Leandri (el «embajador» de Luciano) para reclutar a los esbirros que conformarán la milicia gaullista. Un tercer hombre desempeña también un papel protagónico en la formación del SAC: el ex guardaespaldas de De Gaulle, Achille Peretti –otro corso.

Bajo esa protección, De Gaulle traza con elegancia una política de independencia nacional. Confirma su permanencia en el bando atlántico a la vez que pone en tela de juicio el liderazgo anglosajón. Se opone a la entrada del Reino Unido en el Mercado Común (1961 y 1967); rechaza el despliegue de las tropas de la ONU en el Congo (1961); estimula a los Estados latinoamericanos a liberarse del imperialismo estadounidense (discurso de México, en 1964); expulsa a la OTAN de Francia y se retira del Comando Integrado de la alianza atlántica (1966); denuncia la guerra de Vietnam (discurso de Phnon Penh, en 1966); condena el expansionismo israelí durante la guerra de Seis Días (1967); se pronuncia a favor de la independencia de Québec (discurso de Montreal, en 1967); etc.

Simultáneamente, De Gaulle consolida el poderío de Francia al dotarla de un complejo militaro-industrial que incluye la fuerza de disuasión nuclear y garantizando su aprovisionamiento energético. A los incómodos corsos, los aleja de su entorno confiándoles misiones el extranjero. Etienne Leandri se convierte así en el corredor del grupo Elf (conocido hoy como Total, tercer grupo petrolero en el mundo), mientras que Charles Pasqua se convierte en el hombre de confianza de los jefes de Estado del África francófona.

Consciente de que no puede desafiar a los anglosajones en todos terrenos a la vez, De Gaulle se alía con la familia Rothschild. Designa como primer ministro al apoderado del banco Rothschild, Georges Pompidou. Ambos forman un eficaz equipo. La audacia política de De Gaulle no pierde nunca de vista el realismo económico de Pompidou.

Al dimitir De Gaulle, en 1969, Georges Pompidou ocupa brevemente la presidencia antes de morir víctima de un cáncer. Los gaullistas históricos no admiten su liderazgo y se inquietan de su tendencia anglófila. Lo denuncian como traidor cuando Pompidou, con el apoyo del secretario general de la presidencia francesa Edouard Balladur, permite la entrada de «la pérfida Albión» en el Mercado Común Europeo.
La fabricación de Nicolas Sarkozy

Después de describir la escenografía, volvamos a nuestro personaje principal: Nicolas Sarkozy. Nacido en 1955, es hijo de un noble húngaro, Pal Sarkosy de Nagy-Bocsam, que llegó a Francia huyendo del Ejército Rojo, y de Andrée Mallah, judía proveniente en Tesalónica. Después de tener tres hijos (Guillaume, Nicolas y Francois), la pareja se divorcia. Pal Sarkosy de Nagy-Bocsa se casa de nuevo con Christine de Ganay, una aristócrata con la que tendrá dos hijos (Pierre-Olivier y Carolina). En vez de ser educado solamente por sus padres, Nicolas se verá sometido a los vaivenes de esta familia “reconstruida”.

Su madre se convierte en secretaria de Achille Peretti. Después participar como cofundador en la creación del SAC, el guardaespaldas de De Gaulle había hecho una brillante carrera política. Resultó electo diputado y alcalde de Neuilly-sur-Seine, el más rico suburbio de París, y más tarde, presidente de la Asamblea Nacional.

Sin embargo, en 1972 Achille Peretti enfrenta graves acusaciones. La revista Time revela en Estados Unidos la existencia de una organización criminal secreta, «la Unión Corsa» que controla gran parte del tráfico de estupefacientes entre Europa y Estados Unidos. Se trata de la celebre «french connexion» que Hollywood llevará posteriormente a la pantalla. Basándose en audiencias del Congreso y en sus propias investigaciones, la revista Time menciona el nombre de un jefe mafioso, Jean Ventura, arrestado en años anteriores en Canadá y que no es otra cosa que el delegado comercial de Charles Pasqua en la firma Ricard. Se mencionan los nombres de varias familias como dirigentes de la «Unión Corsa», entre ellas el de la familia Peretti. Achille desmiente, pero se ve obligado a renunciar a la presidencia de la Asamblea Nacional francesa y sobrevive incluso a un «suicidio».

En 1977, Pal Sarkosy de Nagy-Bocsa se separa de su segunda esposa, Christine de Ganay, quien establece entonces una relación con el segundo hombre más importante de la administración central del Departamento de Estado estadounidense. Christine de Ganay se casa con él y se instala en Estados Unidos. El mundo es tan pequeño, cosa harto conocida, que su marido resulta ser nada más y nada menos que Frank Wisner Jr., hijo del anterior Frank Wisner. Aunque no se sabe cuáles eran las funciones de Frank Wisner Jr. en el seno de la CIA, está claro que desempeña un papel importante. Nicolas, que se mantiene muy cerca de su madrastra, de su medio hermano y de su media hermana, comienza a volverse hacia Estados Unidos, donde participa en programas de formación que organiza el Departamento de Estado.

Durante este mismo período, Nicolas Sarkozy se une al partido gaullista. Allí se relaciona rápidamente con Charles Pasqua, quien no sólo es un líder a nivel nacional sino además el responsable de la sección departamental de Hauts-de-Seine.

En 1982, al terminar sus estudios de derecho y siendo ya miembro del colegio de abogados, Nicolas Sarkozy se casa con la hija de Achille Peretti. Charles Pasqua asiste a la boda como testigo del novio. El abogado Sarkozy defiende los intereses de los amigos corsos de sus mentores. Adquiere una propiedad en Córcega, en Vico, y estudia incluso la posibilidad de reemplazar la «y» de su apellido por una «i» para darle una consonancia corsa.

Al año siguiente, Nicolas Sarkozy resulta electo alcalde de Neuilly-sur-Seine, reemplazando a su tío político Achille Peretti, víctima de una crisis cardiaca.

Pero Nicolas no tarda en traicionar a su esposa y, a partir de 1984, sostiene una relación clandestina con Cecilia, esposa de Jacques Martin, el más conocido de los animadores de la televisión francesa de aquel entonces, a quien había conocido cuando los casó, en el ejercicio de sus funciones como alcalde de Neuilly. Esa doble vida durará 5 años antes de que los amantes abandonen a sus respectivos cónyuges para fundar una nueva familia.

En 1992, Nicolas funge como testigo en el casamiento de la hija de Jacques Chirac, Claude, con un editorialista del diario francés Le Figaro. Incapaz de contenerse, seduce a Claude y sostiene una breve relación con ella mientras que sigue viviendo oficialmente con Cecilia. El marido engañado se suicida mediante el uso de drogas. La ruptura entre la familia Chirac y Nicolas Sarkozy es brutal e irreversible.

En 1993, la izquierda francesa pierde las elecciones legislativas. El presidente Francois Mitterrand se niega a dimitir y comienza la cohabitación con un primer ministro de derecha. Jacques Chirac, que ambiciona la presidencia y planea entonces formar con Edouard Balladur un dúo comparable al de De Gaulle y Pompidou, se niega a asumir de nuevo el cargo de primer ministro y cede el paso a su «amigo de 30 años», Edouard Balladur. A pesar de su turbulento pasado, Charles Pasqua se convierte en ministro del Interior. Mientras conserva el control de la marihuana marroquí, aprovecha su cargo para legalizar sus otras actividades tomando el control de casinos, y de actividades como el juego y las carreras en el África francófona. También establece nexos en Arabia Saudita e Israel y se convierte en oficial honorario del Mossad. Nicolas Sarkozy, mientras tanto, es ministro del Presupuesto y vocero del gobierno.

En Washington, Frank Wisner Jr. se convierte en sucesor de Paul Wolfowitz como responsable de la planificación política en el Departamento de Defensa. Nadie se fija en los lazos que lo unen al vocero del gobierno francés.

Reaparece entonces en el seno del partido gaullista la tensión que ya se había vivido 30 años antes entre los gaullistas históricos y la derecha financiera que representa Balladur. La novedad es que Charles Pasqua, y junto a él el joven Nicolas Sarkozy, traicionan a Jacques Chirac para acercarse de la corriente de Rothschild. Todo degenera. El conflicto alcanzará su apogeo en 1995, cuando Edouard Balladur se presenta como candidato a la presidencia de la República contra su ex amigo Jacques Chirac, y resulta derrotado. Lo más importante es que, siguiendo las instrucciones de Londres y Washington, el gobierno de Balladur abre las negociaciones para la entrada de los Estados de Europa Central y Oriental, ya liberados de la tutela soviética, en la Unión Europea y la OTAN.

Reina la discordia en el seno del partido gaullista, donde los amigos de ayer están ahora dispuestos a matarse entre sí. Para financiar su propia campaña electoral, Edouard Balladur trata de apoderarse de las reservas secretas del partido gaullista, que se esconde bajo la doble contabilidad de la empresa petrolera Elf. A penas muerto el viejo Etienne Leandri, los jueces ordenan un registro en la empresa y sus dirigentes son encarcelados. Pero Balladur, Pasqua y Sarkozy nunca lograrán recuperar el botín.
La caída en desgracia

A lo largo de su primer mandato Jacques Chirac mantiene a distancia a Nicolas Sarkozy. Este último se mantiene en silencio durante este período de caída en desgracia. Muy discretamente, sigue cultivando sus relaciones con los círculos financieros.

En 1996, al cabo de un largo proceso de divorcio, Nicolas Sarkozy se casa con Cecilia. Los testigos de la boda son los millonarios Martin Bouygues y Bernard Arnaud (el hombre más rico de Francia).
Último acto

Mucho antes de la crisis iraquí, Frank Wisner Jr. y sus colegas de la CIA planifican ya la destrucción de la corriente gaullista y el ascenso de Nicolas Sarkozy. La operación se desarrolla en tres tiempos: Primeramente, eliminación de la dirección del partido gaullista y toma del control de su aparato. Después, eliminación del principal rival de derecha e investidura del partido gaullista a la elección presidencial. Y finalmente, eliminación de todo contendiente serio de izquierda, para garantizar que la elección de Nicolas Sarkozy a la presidencia de la República Francesa.

Durante varios años, los medios de difusión se mantienen pendientes de las revelaciones póstumas de un promotor inmobiliario. Antes de morir de una grave enfermedad, este hombre, por razones que nunca se han aclarado, grabó una confesión en video. Por alguna razón aún más oscura, el «video» fue a dar a manos de un jerarca del Partido Socialista, Dominique Strauss-Kahn, quien lo envía directamente a la prensa.

Las confesiones de este individuo no dan a lugar a ninguna sanción judicial, pero abren la caja de Pandora. La principal víctima de los sucesivos escándalos será el primer ministro Alain Juppé. Para proteger a Chirac, Juppé asume él solo la responsabilidad por todas las infracciones penales. Al ser marginado Juppé, queda libre el camino para que Nicolas Sarkozy logre ponerse a la cabeza del partido gaullista.

Sarkozy explota entonces su posición para obligar a Jacques Chirac a reintegrarlo al gobierno, a pesar del odio recíproco. Se convierte, en definitiva, en ministro del Interior. ¡Grave error! Desde ese cargo, Sarkozy controla a los prefectos y utiliza a la policía política para penetrar las principales instituciones administrativas.

También se ocupa de los asuntos referentes a Córcega. El prefecto Claude Erignac ha sido asesinado. Aunque nadie reclama la autoría del crimen, inmediatamente se interpreta este como un desafío de los independistas hacia la República. Al cabo de una larga persecución, la policía logra arrestar a un sospechoso fugitivo, Yvan Colonna, hijo de un diputado socialista. Pasando por alto el principio de presunción de inocencia, Nicolas Sarkozy anuncia el arresto acusando al sospechoso de ser el asesino. La oportunidad la pintan calva y sólo faltan dos días para la realización del referendo que el ministro del Interior organiza en Córcega para modificar el estatus de la isla. A pesar de todo, los electores rechazan el proyecto de Sarkozy que, según algunos, favorece los intereses de los mafiosos.

Aunque Yvan Colonna fue posteriormente encontrado culpable, lo cierto es que él siempre ha proclamado su inocencia y que no se encontraron pruebas materiales en su contra. Extrañamente, el hombre se refugió en el silencio, prefiriendo ser condenado antes que revelar lo que sabe. Revelamos aquí que el prefecto Erignac no fue víctima de los nacionalistas sino que fue abatido por un asesino a sueldo que fue llevado inmediatamente a Angola, donde el grupo Elf lo contrató como miembro de su cuerpo de seguridad. El móvil del crimen tenía que ver precisamente con las anteriores funciones del propio Erignac, responsable de las redes africanas de Charles Pasqua en el ministerio de la Cooperación. En cuanto a Yvan Colonna, se trata de un amigo personal de Nicolas Sarkozy desde hace décadas y sus hijos mantenían relaciones.

Estalla entonces un nuevo escándalo. Comienzan a circular listados falsos que acusan a varias personalidades de tener cuentas bancarias en Luxemburgo, en el banco Clearstream. Entre los acusados se encuentra Nicolas Sarkozy. Este presenta una denuncia y da por sentado que su rival de derecha en la elección presidencial, el entonces primer ministro Dominique de Villepin es el organizador de la maniobra. Y no esconde su intención de llevarlo a prisión.

En realidad, los falsos listados fueron puestos en circulación por miembros de la Fundación franco-americana, que tiene como presidente a John Negroponte y como administrador a Frank Wisner Jr. Lo que los jueces no saben, y que nosotros revelamos aquí, es que los listados fueron fabricados en Londres por un oficina común de la CIA y del MI6, Hakluyt & Co., administrada también por Frank Wisner Jr.
Villepin se defiende de las acusaciones que se le atribuyen, pero se ve sometido a una investigación y a un arresto domiciliario y, de hecho, es puesto temporalmente al margen de la vida política. Vía libre para Sarkozy, por el lado de la derecha.

Queda entonces neutralizar las candidaturas de oposición. Las cuotas de adhesión al Partido Socialista se reducen a un nivel simbólico, para atraer nuevos militantes. De pronto, miles de jóvenes se enrolan en esa organización. Por lo menos 10 000 de estos nuevos militantes son en realidad miembros del Partido Trotskista «lambertista» (en referencia al nombre de su fundador, Pierre Lambert). Históricamente esta pequeña organización de extrema izquierda se ha puesto al servicio de la CIA contra los comunistas estalinianos durante la época de la guerra fría (Se trata del equivalente del SD/USA de Max Shatchman, que formó a los neoconservadores en Estados Unidos). No es la primera vez que los «lambertistas» se infiltran en el Partido Socialista. Anteriormente, ya habían introducido en esa organización dos célebres agentes de la CIA: Lionel Jospin (que se convirtió en primer ministro) y Jean-Christophe Cambadelis, el principal consejero de Dominique Strauss-Kahn.

Se organizan elecciones primarias en el seno del Partido Socialista con vista a la designación de su candidato a la elección presidencial. Dos personalidades participan en la competencia: Laurent Fabius y Segolene Royal. Pero sólo el primero representa un peligro para Sarkozy. Dominique Strauss-Kahn se suma entonces a la competencia con la misión de eliminar a Fabius en el último momento. Y lo logrará gracias a los votos de los «lambertistas» infiltrados, que no votarán por él sino por Royal.

La operación se hace posible porque Strauss-Kahn se encuentra desde hace tiempo en la nómina de Estados Unidos. Los franceses ignoran que imparte clases en la universidad estadounidense de Stanford, donde fue contratado nada más y nada menos que por Condoleezza Rice.

Inmediatamente después de su llegada a la presidencia, Nicolas Sarkozy y Condoleezza Rice concretarán su agradecimiento a Strauss-Kahn haciendo posible su elección para asumir la dirección del Fondo Monetario Internacional.
Primeros días en el Palacio del Elíseo

En la noche de la segunda vuelta de la elección presidencial, cuando los institutos de sondeos anuncian su probable victoria, Nicolas Sarkozy pronuncia un breve discurso dirigido a la nación desde su cuartel general de campaña. Luego, contrariamente a todo lo costumbrado, en vez unirse a la celebración con los militantes de su partido, se va al Fouquet’s. Este célebre restaurante de los Campos Elíseos, antiguo centro de reunión de la «Unión Corsa» y hoy perteneciente al propietario de casinos Dominique Desseigne, fue puesto enteramente a la disposición del presidente electo para que este recibiera a sus amigos y principales donantes [de fondos] a su campaña. Llegan allí un centenar de invitados, entre ellos los hombres más ricos de Francia se codean con los dueños de casinos.

Después, el presidente se otorga a sí mismo unos días de merecido descanso. Un jet privado Falcon-900 lo lleva a Malta donde descansa en el Paloma, el yate de 65 metros de eslora de su amigo Vincent Bolloré, millonario formado en el banco Rothschild.

Finalmente, tiene lugar la investidura de Nicolas Sarkozy como presidente de la República Francesa. Lo primero que hace no es firmar un decreto de amnistía sino autorizar los casinos de sus amigos Desseigne y Partouche a aumentar la cantidad de tragamonedas.

Sarkozy conforma su equipo de trabajo y su gobierno. No resulta sorprendente encontrar en ellos a un sospechoso propietario de casinos (el ministro de Juventud y Deportes) y al cabildero de los casinos del amigo Desseigne (que se convierte en vocero del partido «gaullista»).

Nicolas Sarkozy se apoya principalmente en cuatro personas:
- Claude Guéant, secretario general de la Presidencia de la República. Es socio-gerente del banco Rothschild.
- Jean-David Lévitte, consejero diplomático. Hijo del ex director de la Agencia Judía. Fue embajador de Francia ante la ONU, hasta que Jacques Chirac lo sacó de ese puesto por considerarlo demasiado cercano a George Bush.
- Alain Bauer, el hombre que se mueve en la sombra. Su nombre no aparece en los anuarios. Es el encargado de los servicios de inteligencia. Ex miembro del Grand Orient de France (la principal logia masónica francesa) y ex número 2 de la National Security Agency estadounidense en Europa.
- Frank Wisner Jr., nombrado entretanto como enviado especial del presidente Bush para la independencia de Kosovo, insiste para Bernard Kouchner sea nombrado ministro de Relaciones Exteriores con una doble misión prioritaria: la independencia de Kosovo y la liquidación de la política de Francia en el mundo árabe.

Kouchner comenzó su carrera participando en la creación de una ONG humanitaria. Gracias al financiamiento de la National Endowment for Democraty participó en las operaciones de Zbigniew Brzezinski en Afganistán, junto a Osama Ben Laden y los hermanos Karzai, contra los soviéticos. En los años 1990 aparece junto a Alija Izetbegovic, en Bosnia Herzegovina. Fue Alto Representante de la ONU en Kosovo de 1999 a 2001.

Bajo el control del hermano menor del presidente Hamid Karzai, Afganistán se ha convertido en el primer productor mundial de adormidera [también llamada amapola]. El látex blanco que se obtiene de esta planta es procesado en Afganistán para convertirlo en heroína que la fuerza aérea estadounidense transporta posteriormente a Camp Bondsteed (en Kosovo). Allí los hombres de Hacim Thaci se encargan de la distribución, principalmente en Europa y eventualmente en Estados Unidos. Los fondos que se obtienen se destinan al financiamiento de las operaciones ilegales de la CIA.

Karzai y el propio Thaci son desde hace mucho amigos personales de Bernard Kouchner, que seguramente nada sabe de las actividades criminales de estos a pesar de los informes internacionales a los que estas han dado lugar.

Para completar su gobierno, Nicolas Sarkozy nombra a Christine Lagarde como ministro de Economía y Finanzas. Esta hizo toda su carrera en Estados Unidos, donde dirigió el prestigioso gabinete de juristas Baker & McKenzie. En el seno del Center for International & Strategic Studies de Dick Cheney, Christine Lagarde fue copresidente –junto con Zbigniew Brzezinski– de un grupo de trabajo que supervisó las privatizaciones en Polonia. También organizó, trabajando para Lockheed Martin, un intenso cabildeo contra el fabricante francés de aviones Dassault.

Nueva escapada durante el verano. Nicolas, Cecilia, la amiga de ambos y sus hijos se van de vacaciones a Estados Unidos, en Wolfenboro, cerca de la propiedad del presidente Bush. Esta vez el que paga la cuenta es Robert F. Agostinelli, un banquero de negocios de Nueva York, sionista y neoconservador de pura cepa que se expresa en Commentary, la revista del American Jewish Committee.

El éxito de Nicolas beneficia a su medio hermano Pierre-Olivier. Bajo el nombre americanizado de «Oliver», Frank Carlucci (quien fuera el número 2 de la CIA, luego de ser reclutado por Frank Wisner Sr.) lo nombra director de un nuevo fondo de inversiones del Carlyle Group (la sociedad que gestiona simultáneamente las carteras de acciones de la familia Bush y de la familia Ben Laden). Convertido el quinto negociante a nivel mundial, administra actualmente las principales cuentas de los fondos soberanos de Kuwait y Singapur.

La tasa de popularidad del presidente Sarkozy está en caída libre en los sondeos. Uno de sus consejeros de relaciones públicas, Jacques Seguela (que también es consultante en comunicación política de la NED para diferentes operaciones de la CIA en Europa Oriental), aconseja desviar la atención del público con nuevas «people stories».

El anuncio de su divorcio de Cecilia aparece entonces en [el diario francés] Libération, el diario de su amigo Edouard de Rotshchild, para tapar las consignas de los manifestantes en un día de huelga general.

Peor aún, su comunicador organiza un encuentro con la artista y ex modelo Carla Bruni. Días después, se oficializa su relación con el presidente y la propaganda mediática tapa de nuevo las críticas políticas. Semanas más tarde se produce el tercer matrimonio de Nicolas. Esta vez escoge como testigos a Matilde Agostinelli (la esposa de Robert) y a Nicolas Bazire, ex director del gabinete de Edouard Balladur, convertido en socio-gerente del banco Rothschild.

¿Cuándo abrirán los ojos los franceses para ver lo que tienen que hacer?

Thierry Meyssan
Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia. Es el autor de La gran impostura y del Pentagate.

Opération Sarkozy : Comment la CIA a placé un de ses agents à la présidence de la République française

Nicolas Sarkozy doit être jugé à son action et non pas d'après sa personnalité. Mais lorsque son action surprend jusqu'à ses propres électeurs, il est légitime de se pencher en détail sur sa biographie et de s'interroger sur les alliances qui l'ont conduit au pouvoir. Thierry Meyssan a décidé d'écrire la vérité sur les origines du président de la République française. Toutes les informations contenues dans cet article sont vérifiables, à l'exception de deux imputations, signalées par l'auteur qui en assume seul la responsabilité.

Les Français, lassés des trop longues présidences de François Mitterrand et de Jacques Chirac, ont élu Nicolas Sarkozy en comptant sur son énergie pour revitaliser leur pays. Ils espéraient une rupture avec des années d'immobilisme et des idéologies surannées. Ils ont eu une rupture avec les principes qui fondent la nation française. Ils ont été stupéfaits par cet « hyper-président », se saisissant chaque jour d'un nouveau dossier, aspirant à lui la droite et la gauche, bousculant tous les repères jusqu'à créer une complète confusion.

Comme des enfants qui viennent de faire une grosse bêtise, les Français sont trop occupés à se trouver des excuses pour admettre l'ampleur des dégâts et leur naïveté. Ils refusent d'autant plus de voir qui est vraiment Nicolas Sarkozy, qu'ils auraient dû s'en rendre compte depuis longtemps.

C'est que l'homme est habile. Comme un illusionniste, il a détourné leur attention en offrant sa vie privée en spectacle et en posant dans les magazines people, jusqu'à leur faire oublier son parcours politique.

Que l'on comprenne bien le sens de cet article : il ne s'agit pas de reprocher à M. Sarkozy ses liens familiaux, amicaux et professionnels, mais de lui reprocher d'avoir caché ses attaches aux Français qui ont cru, à tort, élire un homme libre.

Pour comprendre comment un homme en qui tous s'accordent aujourd'hui à voir l'agent des États-Unis et d'Israël a pu devenir le chef du parti gaulliste, puis le président de la République française, il nous faut revenir en arrière. Très en arrière. Il nous faut emprunter une longue digression au cours de laquelle nous présenterons les protagonistes qui trouvent aujourd'hui leur revanche.

Secrets de famille
À la fin de la Seconde Guerre mondiale, les services secrets états-uniens s'appuient sur le parrain italo-US Lucky Luciano pour contrôler la sécurité des ports américains et pour préparer le débarquement allié en Sicile. Les contacts de Luciano avec les services US passent notamment par Frank Wisner Sr. puis, lorsque le « parrain » est libéré et s'exile en Italie, par son « ambassadeur » corse, Étienne Léandri.

En 1958, les États-Unis, inquiets d'une possible victoire du FLN en Algérie qui ouvrirait l'Afrique du Nord à l'influence soviétique, décident de susciter un coup d'État militaire en France. L'opération est organisée conjointement par la Direction de la planification de la CIA -théoriquement dirigée par Frank Wisner Sr.- et par l'OTAN. Mais Wisner a déjà sombré dans la démence de sorte que c'est son successeur, Allan Dulles, qui supervise le coup. Depuis Alger, des généraux français créent un Comité de salut public qui exerce une pression sur le pouvoir civil parisien et le contraint à voter les pleins pouvoirs au général De Gaulle sans avoir besoin de recourir la force [1].

Or, Charles De Gaulle n'est pas le pion que les Anglo-Saxons croient pouvoir manipuler. Dans un premier temps, il tente de sortir de la contradiction coloniale en accordant une large autonomie aux territoires d'outre-mer au sein d'une Union française. Mais il est déjà trop tard pour sauver l'Empire français car les peuples colonisés ne croient plus aux promesses de la métropole et exigent leur indépendance. Après avoir conduit victorieusement de féroces campagnes de répression contre les indépendantistes, De Gaulle se rend à l'évidence. Faisant preuve d'une rare sagesse politique, il décide d'accorder à chaque colonie son indépendance.

Cette volte-face est vécue comme une trahison par la plupart de ceux qui l'ont porté au pouvoir. La CIA et l'OTAN soutiennent alors toutes sortes de complots pour l'éliminer, dont un putsch manqué et une quarantaine de tentatives d'assassinat [2]. Toutefois, certains de ses partisans approuvent son évolution politique. Autour de Charles Pasqua, ils créent le SAC, une milice pour le protéger.



Pasqua est à la fois un truand corse et un ancien résistant. Il a épousé la fille d'un bootlegger canadien qui fit fortune durant la prohibition. Il dirige la société Ricard qui, après avoir commercialisé de l'absinthe, un alcool prohibé, se respectabilise en vendant de l'anisette. Cependant, la société continue à servir de couverture pour toutes sortes de trafics en relation avec la famille italo-new-yorkaise des Genovese, celle de Lucky Luciano. Il n'est donc pas étonnant que Pasqua fasse appel à Étienne Léandri (« l'ambassadeur » de Luciano) pour recruter des gros bras et constituer la milice gaulliste [3]. Un troisième homme joue un grand rôle dans la formation du SAC, l'ancien garde du corps de De Gaulle, Achille Peretti -un Corse lui aussi-.

Ainsi défendu, De Gaulle dessine avec panache une politique d'indépendance nationale. Tout en affirmant son appartenance au camp atlantique, il remet en cause le leadership anglo-saxon. Il s'oppose à l'entrée du Royaume-Uni dans le Marché commun européen (1961 et 1967) ; Il refuse le déploiement des casques de l'ONU au Congo (1961) ; il encourage les États latino-américains à s'affranchir de l'impérialisme US (discours de Mexico, 1964) ; Il expulse l'OTAN de France et se retire du Commandement intégré de l'Alliance atlantique (1966) ; Il dénonce la Guerre du Viêt-nam (discours de Phnon Penh, 1966) ; Il condamne l'expansionnisme israélien lors de la Guerre des Six jours (1967) ; Il soutient l'indépendance du Québec (discours de Montréal 1967) ; etc.

Simultanément, De Gaulle consolide la puissance de la France en la dotant d'un complexe militaro-industriel incluant la force de dissuasion nucléaire, et en garantissant son approvisionnement énergétique. Il éloigne utilement les encombrants Corses de son entourage en leur confiant des missions à étranger. Ainsi Étienne Léandri devient-il le trader du groupe Elf (aujourd'hui Total) [4], tandis que Charles Pasqua devient l'homme de confiance des chefs d'États d'Afrique francophone.

Conscient qu'il ne peut défier les Anglo-Saxons sur tous les terrains à la fois, De Gaulle s'allie à la famille Rothschild. Il choisit comme Premier ministre le fondé de pouvoir de la Banque, Georges Pompidou. Les deux hommes forment un tandem efficace. L'audace politique du premier ne perd jamais de vue le réalisme économique du second.

Lorsque De Gaulle démissionne, en 1969, Georges Pompidou lui succède brièvement à la présidence avant d'être emporté par un cancer. Les gaullistes historiques n'admettent pas son leadership et s'inquiètent de son tropisme anglophile. Ils hurlent à la trahison lorsque Pompidou, secondé par le secrétaire général de l'Élysée Edouard Balladur, fait entrer « la perfide Albion » dans le Marché commun européen.

La fabrication de Nicolas Sarkozy
Ce décor étant planté, revenons-en à notre personnage principal, Nicolas Sarkozy. Né en 1955, il est le fils d'un noble catholique hongrois, Pal Sarkösy de Nagy-Bocsa, réfugié en France après avoir fuit l'Armée rouge, et d'Andrée Mallah, une roturière juive originaire de Thessalonique. Après avoir eu trois enfants (Guillaume, Nicolas et François), le couple divorce. Pal Sarkosy de Nagy-Bocsa se remarie avec une aristocrate, Christine de Ganay, dont il aura deux enfants (Pierre-Olivier et Caroline). Nicolas ne sera pas élevé par ses seuls parents, mais balloté dans cette famille recomposée.

Sa mère est devenue la secrétaire d'Achille Peretti. Après avoir co-fondé le SAC, le garde du corps de De Gaulle avait poursuivi une brillante carrière politique. Il avait été élu député et maire de Neuilly-sur-Seine, la plus riche banlieue résidentielle de la capitale, puis président de l'Assemblée nationale.

Malheureusement, en 1972, Achille Peretti est gravement mis en cause. Aux États-Unis, le magazine Time révèle l'existence d'une organisation criminelle secrète « l'Union corse » qui contrôlerait une grande partie du trafic de stupéfiants entre l'Europe et l'Amérique, la fameuse « French connexion » qu'Hollywwod devait porter à l'écran. S'appuyant sur des auditions parlementaires et sur ses propres investigations, Time cite le nom d'un chef mafieux, Jean Venturi, arrêté quelques années plus tôt au Canada, et qui n'est autre que le délégué commercial de Charles Pasqua pour la société d'alcool Ricard. On évoque le nom de plusieurs familles qui dirigeraient « l'Union corse », dont les Peretti. Achille nie, mais doit renoncer à la présidence de l'Assemblée nationale et échappe même à un « suicide ».

En 1977, Pal Sarkozy se sépare de sa seconde épouse, Christine de Ganay, laquelle se lie alors avec le n°2 de l'administration centrale du département d'État des États-Unis. Elle l'épouse et s'installe avec lui en Amérique. Le monde étant petit, c'est bien connu, son mari n'est autre que Frank Wisner Jr., fils du précédent. Les fonctions de Junior à la CIA ne sont pas connues, mais il clair qu'il y joue un rôle important. Nicolas, qui reste proche de sa belle-mère, de son demi-frère et de sa demi-sœur, commence à se tourner vers les États-Unis où il « bénéficie » des programmes de formation du département d'État.

À la même période, Nicolas Sarkozy adhère au parti gaulliste. Il y fréquente d'autant plus rapidement Charles Pasqua que celui-ci n'est pas seulement un leader national, mais aussi le responsable de la section départementale des Hauts-de-Seine.

En 1982, Nicolas Sarkozy, ayant terminé ses études de droit et s'étant inscrit au barreau, épouse la nièce d'Achille Peretti. Son témoin de mariage est Charles Pasqua. En tant qu'avocat, Me Sarkozy défend les intérêts des amis corses de ses mentors. Il acquiert une propriété sur l'île de beauté, à Vico, et imagine de corsiser son nom en remplaçant le « y » par un « i » : Sarkozi.

L'année suivante, il est élu maire de Neuilly-sur-Seine en remplacement de son bel-oncle, Achille Peretti, terrassé par une crise cardiaque.

Cependant, Nicolas ne tarde pas à trahir sa femme et, dès 1984, il poursuit une liaison cachée avec Cécilia, l'épouse du plus célèbre animateur de télévision français de l'époque, Jacques Martin, dont il a fait la connaissance en célébrant leur mariage en qualité de maire de Neuilly. Cette double vie dure cinq ans, avant que les amants ne quittent leurs conjoints respectifs pour construire un nouveau foyer.

Nicolas est le témoin de mariage, en 1992, de la fille de Jacques Chirac, Claude, avec un éditorialiste du Figaro. Il ne peut s'empêcher de séduire Claude et de mener une brève relation avec elle, tandis qu'il vit officiellement avec Cécilia. Le mari trompé se suicide en absorbant des drogues. La rupture est brutale et sans retour entre les Chirac et Nicolas Sarkozy.

En 1993, la gauche perd les élections législatives. Le président François Mitterrand refuse de démissionner et entre en cohabitation avec un Premier ministre de droite. Jacques Chirac, qui ambitionne la présidence et pense alors former avec Edouard Balladur un tandem comparable à celui de De Gaulle et Pompidou, refuse d'être à nouveau Premier ministre et laisse la place à son « ami de trente ans », Edouard Balladur. Malgré son passé sulfureux, Charles Pasqua devient ministre de l'Intérieur. S'il conserve la haute main sur la marijuana marocaine, il profite de sa situation pour légaliser ses autres activités en prenant le contrôle des casinos, jeux et courses en Afrique francophone. Il tisse aussi des liens en Arabie saoudite et en Israël et devient officier d'honneur du Mossad. Nicolas Sarkozy, quant à lui, est ministre du Budget et porte-parole du gouvernement.

À Washington, Frank Wisner Jr. a pris la succession de Paul Wolfowitz comme responsable de la planification politique au département de la Défense. Personne ne remarque les liens qui l'unissent au porte-parole du gouvernement français.

C'est alors que reprend au sein du parti gaulliste la tension que l'on avait connu trente ans plus tôt entre les gaullistes historiques et la droite financière, incarnée par Balladur. La nouveauté, c'est que Charles Pasqua et avec lui le jeune Nicolas Sarkozy trahissent Jacques Chirac pour se rapprocher du courant Rothschild. Tout dérape. Le conflit atteindra son apogée en 1995 lorsque Édouard Balladur se présentera contre son ex-ami Jacques Chirac à l'élection présidentielle, et sera battu. Surtout, suivant les instructions de Londres et de Washington, le gouvernement Balladur ouvre les négociations d'adhésion à l'Union européenne et à l'OTAN des États d'Europe centrale et orientale, affranchis de la tutelle soviétique.

Rien ne va plus dans le parti gaulliste où les amis d'hier sont près de s'entre-tuer. Pour financer sa campagne électorale, Edouard Balladur tente de faire main basse sur la caisse noire du parti gaulliste, cachée dans la double comptabilité du pétrolier Elf. À peine le vieux Étienne Léandri mort, les juges perquisitionnent la société et ses dirigeants sont incarcérés. Mais Balladur, Pasqua et Sarkozy ne parviendront jamais à récupérer le magot.

La traversée du désert
Tout au long de son premier mandat, Jacques Chirac tient Nicolas Sarkozy à distance. L'homme se fait discret durant cette longue traversée du désert. Discrètement, il continue à nouer des relations dans les cercles financiers.

En 1996, Nicolas Sarkozy ayant enfin réussi à clore une procédure de divorce qui n'en finissait pas se marie avec Cécilia. Ils ont pour témoins les deux milliardaires Martin Bouygues et Bernard Arnaud (l'homme le plus riche du pays).

Dernier acte
Bien avant la crise irakienne, Frank Wisner Jr. et ses collègues de la CIA planifient la destruction du courant gaulliste et la montée en puissance de Nicolas Sarkozy. Ils agissent en trois temps : d'abord l'élimination de la direction du parti gaulliste et la prise de contrôle de cet appareil, puis l'élimination du principal rival de droite et l'investiture du parti gaulliste à l'élection présidentielle, enfin l'élimination de tout challenger sérieux à gauche de manière à être certain d'emporter l'élection présidentielle.

Pendant des années, les médias sont tenus en haleine par les révélations posthumes d'un promoteur immobilier. Avant de décéder d'une grave maladie, il a enregistré pour une raison jamais élucidée une confession en vidéo. Pour une raison encore plus obscure, la « cassette » échoue dans les mains d'un hiérarque du Parti socialiste, Dominique Strauss-Khan, qui la fait parvenir indirectement à la presse.

Si les aveux du promoteur ne débouchent sur aucune sanction judiciaire, ils ouvrent une boîte de Pandore. La principale victime des affaires successives sera le Premier ministre Alain Juppé. Pour protéger Chirac, il assume seul toutes les infractions pénales. La mise à l'écart de Juppé laisse la voie libre à Nicolas Sarkozy pour prendre la direction du parti gaulliste.

Sarkozy exploite alors sa position pour contraindre Jacques Chirac à le reprendre au gouvernement, malgré leur haine réciproque. Il sera en définitive, ministre de l'Intérieur. Erreur ! À ce poste, il contrôle les préfets et de le renseignement intérieur qu'il utilise pour noyauter les grandes administrations.

Il s'occupe aussi des affaires corses. Le préfet Claude Érignac a été assassiné. Bien qu'il n'ait pas été revendiqué, le meurtre a immédiatement été interprété comme un défi lancé par les indépendantistes à la République. Après une longue traque, la police parvient à arrêter un suspect en fuite, Yvan Colonna, fils d'un député socialiste. Faisant fi de la présomption d'innocence, Nicolas Sarkozy annonce cette interpellation en accusant le suspect d'être l'assassin. C'est que la nouvelle est trop belle à deux jours du référendum que le ministre de l'Intérieur organise en Corse pour modifier le statut de l'île. Quoi qu'il en soit, les électeurs rejettent le projet Sarkozy qui, selon certains, favorise les intérêts mafieux.
Bien qu'Yvan Colonna ait ultérieurement été reconnu coupable, il a toujours clamé son innocence et aucune preuve matérielle n'a été trouvée contre lui. Étrangement, l'homme s'est muré dans le silence, préférant être condamné que de révéler ce qu'il sait.
Nous révélons ici que le préfet Érignac n'a pas été tué par des nationalistes, mais abattu par un tueur à gage, Igor Pecatte, immédiatement exfiltré vers l'Angola où il a été engagé à la sécurité du groupe Elf. Le mobile du crime était précisément lié aux fonctions antérieures d'Érignac, responsable des réseaux africains de Charles Pasqua au ministère de la Coopération. Quand à Yvan Colonna, c'est un ami personnel de Nicolas Sarkozy depuis des décennies et leurs enfants se sont fréquentés.

Une nouvelle affaire éclate : de faux listings circulent qui accusent mensongèrement plusieurs personnalités de cacher des comptes bancaires au Luxembourg, chez Clearstream. Parmi les personnalités diffamées : Nicolas Sarkozy. Il porte plainte et sous-entend que son rival de droite à l'élection présidentielle, le Premier ministre Dominique de Villepin, a organisé cette machination. Il ne cache pas son intention de le faire jeter en prison.
En réalité, les faux listings ont été mis en circulation par des membres de la Fondation franco-américaine [5], dont John Negroponte était président et dont Frank Wisner Jr. est administrateur. Ce que les juges ignorent et que nous révélons ici, c'est que les listings ont été fabriqués à Londres par une officine commune de la CIA et du MI6, Hakluyt & Co, dont Frank Wisner Jr. est également administrateur.
Villepin se défend de ce dont on l'accuse, mais il est mis en examen, assigné à résidence et, de facto, écarté provisoirement de la vie politique. La voie est libre à droite pour Nicolas Sarkozy.

Reste à neutraliser les candidatures d'opposition. Les cotisations d'adhésion au parti socialistes sont réduites à un niveau symbolique pour attirer de nouveaux militants. Soudainement des milliers de jeunes prennent leur carte. Parmi eux, au moins dix mille nouveaux adhérents sont en réalité des militants du Parti trotskiste « lambertiste » (du nom de son fondateur Pierre Lambert). Cette petite formation d'extrême gauche s'est historiquement mise au service de la CIA contre les communistes staliniens durant la Guerre froide (Elle est l'équivalent du SD/USA de Max Shatchman, qui a formé les néoconservateurs aux USA [6]). Ce n'est pas la première fois que les « lambertistes » infiltrent le Parti socialiste. Ils y ont notamment placé deux célèbres agents de la CIA : Lionel Jospin (qui est devenu Premier ministre) et Jean-Christophe Cambadélis, le principal conseiller de Dominique Strauss-Kahn [7].

Des primaires sont organisées au sein du Parti socialiste pour désigner son candidat à l'élection présidentielle. Deux personnalités sont en concurrence : Laurent Fabius et Ségolène Royal. Seul le premier représente un danger pour Sarkozy. Dominique Strauss-Kahn entre dans la course avec pour mission d'éliminer Fabius au dernier moment. Ce qu'il sera en mesure de faire grâce aux votes des militants « lambertistes » infiltrés, qui portent leur suffrages non pas sur son nom, mais sur celui de Royal.
L'opération est possible parce que Strauss-Kahn est depuis longtemps sur le payroll des États-Unis. Les Français ignorent qu'il donne des cours à Stanford, où il a été embauché par le prévot de l'université, Condoleezza Rice [8].
Dès sa prise de fonction, Nicolas Sarkozy et Condoleezza Rice remercieront Strauss-Kahn en le faisant élire à la direction du Fonds monétaire international.

Premiers jours à l'Élysée
Le soir du second tour de l'élection présidentielle, lorsque les instituts de sondages annoncent sa victoire probable, Nicolas Sarkozy prononce un bref discours à la nation depuis son QG de campagne. Puis, contrairement à tous les usages, il ne va pas faire la fête avec les militants de son parti, mais il se rend au Fouquet's. La célèbre brasserie des Champs-Élysées, qui était jadis le rendez-vous de « l'Union corse » est aujourd'hui la propriété du casinotier Dominique Desseigne. Il a été mis à disposition du président élu pour y recevoir ses amis et les principaux donateurs de sa campagne. Une centaine d'invités s'y bousculent, les hommes les plus riches de France y côtoient les patrons de casinos.

Puis le président élu s'offre quelques jours de repos bien mérités. Conduit en Falcon-900 privé à Malte, il s'y repose sur le Paloma, le yacht de 65 mètres de son ami Vincent Bolloré, un milliardaire formé à la Banque Rothschild.

Enfin, Nicolas Sarkozy est investi président de la République française. Le premier décret qu'il signe n'est pas pour proclamer une amnistie, mais pour autoriser les casinos de ses amis Desseigne et Partouche à multiplier les machines à sous.

Il forme son équipe de travail et son gouvernement. Sans surprise, on y retrouve un bien trouble propriétaire de casinos (le ministre de la Jeunesse et des Sports) et le lobbyiste des casinos de l'ami Desseigne (qui devient porte-parole du parti « gaulliste »).

Nicolas Sarkozy s'appuie avant tout sur quatre hommes :
Claude Guéant, secrétaire général du palais de l'Élysée. C'est l'ancien bras droit de Charles Pasqua.
François Pérol, secrétaire général adjoint de l'Élysée. C'est un associé-gérant de la Banque Rothschild.
Jean-David Lévitte, conseiller diplomatique. Fils de l'ancien directeur de l'Agence juive. Ambassadeur de France à l'ONU, il fut relevé de ses fonctions par Chirac qui le jugeait trop proche de George Bush.
Alain Bauer, l'homme de l'ombre. Son nom n'apparaît pas dans les annuaires. Il est chargé des services de renseignement. Ancien Grand-Maître du Grand Orient de France (la principale obédience maçonnique française) et ancien n°2 de la National Security Agency états-unienne en Europe [9].

Frank Wisner Jr., qui a été nommé entre temps envoyé spécial du président Bush pour l'indépendance du Kosovo, insiste pour que Bernard Kouchner soit nommé ministre des Affaires étrangères avec une double mission prioritaire : l'indépendance du Kosovo et la liquidation de la politique arabe de la France.

Kouchner a débuté sa carrière en participant à la création d'une ONG humanitaire. Grâce aux financements de la National Endowment for Democracy, il a participé aux opérations de Zbigniew Brzezinski en Afghanistan, aux côtés d'Oussama Ben Laden et des frères Karzaï contre les Soviétiques. On le retrouve dans les années 90 auprès d'Alija Izetbegoviç en Bosnie-Herzégovine. De 1999 à 2001, il a été Haut représentant de l'ONU au Kosovo.

Sous le contrôle du frère cadet du président Hamid Karzaï, l'Afghanistan est devenu le premier producteur mondial de pavot. Le suc est transformé sur place en héroïne et transporté par l'US Air Force à Camp Bondsteed (Kosovo). Là, la drogue est prise en charge par les hommes d'Haçim Thaçi qui l'écoulent principalement en Europe et accessoirement aux États-Unis [10]. Les bénéfices sont utilisés pour financer les opérations illégales de la CIA.
Karzaï et Thaçi sont des amis personnels de longue date de Bernard Kouchner, qui certainement ignore leurs activités criminelles malgré les rapports internationaux qui y ont été consacrés.

Pour complèter son gouvernement, Nicolas Sarkozy nomme Christine Lagarde, ministre de l'Économie et des Finances. Elle a fait toute sa carrière aux États-Unis où elle a dirigé le prestigieux cabinet de juristes Baker & McKenzie. Au sein du Center for International & Strategic Studies de Dick Cheney, elle a co-présidé avec Zbigniew Brzezinski un groupe de travail qui a supervisé les privatisations en Pologne. Elle a organisé un intense lobbying pour le compte de Lockheed Martin contre les l'avionneur français Dassault [11].

Nouvelle escapade durant l'été. Nicolas, Cécilia, leur maîtresse commune et leurs enfants se font offrir des vacances états-uniennes à Wolfenboroo, non loin de la propriété du président Bush. La facture, cette fois, est payée par Robert F. Agostinelli, un banquier d'affaires italo-new-yorkais, sioniste et néo-conservateur pur sucre qui s'exprime dans Commentary, la revue de l'American Jewish Committee.

La réussite de Nicolas rejaillit sur son demi-frère Pierre-Olivier. Sous le nom américanisé « d'Oliver », il est nommé par Frank Carlucci (qui fut le n°2 de la CIA après avoir été recruté par Frank Wisner Sr.) [12] directeur d'un nouveau fonds de placement du Carlyle Group (la société commune de gestion de portefeuille des Bush et des Ben Laden) [13]. Sans qualité personnelle particulière, il est devenu le 5e noueur de deals dans le monde et gère les principaux avoirs des fonds souverains du Koweit et de Singapour.

La côte de popularité du président est en chute libre dans les sondages. L'un de ses conseillers en communication, Jacques Séguéla, préconise de détourner l'attention du public avec de nouvelles « people stories ». L'annonce du divorce avec Cécilia est publiée par Libération, le journal de son ami Edouard de Rothschild, pour couvrir les slogans des manifestants un jour de grève générale. Plus fort encore, le communiquant organise une rencontre avec l'artiste et ex-mannequin, Carla Bruni. Quelques jours plus tard, sa liaison avec le président est officialisée et le battage médiatique couvre à nouveau les critiques politiques. Quelques semaines encore et c'est le troisième mariage de Nicolas. Cette fois, il choisit comme témoins Mathilde Agostinelli (l'épouse de Robert) et Nicolas Bazire, ancien directeur de cabinet d'Edouard Balladur devenu associé-gérant chez Rothschild.

Quand les Français auront-ils des yeux pour voir à qui ils ont à faire ?



Thierry Meyssan
Analyste politique, fondateur du Réseau Voltaire. Dernier ouvrage paru : L'Effroyable imposture 2 (le remodelage du Proche-Orient et la guerre israélienne contre le Liban).


Les informations contenues dans cet article ont été présentées par Thierry Meyssan lors de la table ronde de clôture de l'Eurasian Media Forum (Kazakhstan, 25 avril 2008) consacrée à la peopolisation et au glamour en politique.

L'intérêt suscite par ces informations a conduit l'auteur à rédiger le présent article qui a été publié par Profile, le principal news magazine russe actuel.

Plusieurs versions et traductions non autorisées de cet article ont été diffusées alors que le site du Réseau Voltaire était hors service. Nous vous prions de considérer le présent article comme le seul valide.

[1] Quand le stay-behind portait De Gaulle au pouvoir, par Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 27 août 2001

[2] Quand le stay-behind voulait remplacer De Gaulle, par Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 10 septembre 2001

[3] L’Énigme Pasqua, par Thierry Meyssan, Golias ed, 2000.

[4] Les requins. Un réseau au cœur des affaires, par Julien Caumer, Flammarion, 1999.

[5] Un relais des États-Unis en France : la French American Foundation , par Pierre Hillard, Réseau Voltaire, 19 avril 2007.

[6] Les New York Intellectuals et l’invention du néo-conservatisme, par Denis Boneau, Réseau Voltaire, 26 novembre 2004.

[7] Éminences grises, Roger Faligot et Rémi Kauffer, Fayard, 1992 ; « The Origin of CIA Financing of AFL Programs » in Covert Action Quaterly, n° 76, 1999.

[8] Dominique Strauss-Kahn, l’homme de « Condi » au FMI, par Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 5 octobre 2007.

[9] Alain Bauer, de la SAIC au GOdF, Note d’information du Réseau Voltaire, 1er octobre 2000.

[10] Le gouvernement kosovar et le crime organisé, par Jürgen Roth, Horizons et débats, 8 avril 2008.

[11] Avec Christine Lagarde, l’industrie US entre au gouvernement français, Réseau Voltaire, 22 juin 2005.

[12] L’honorable Frank Carlucci, par Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 11 février 2004.

[13] Les liens financiers occultes des Bush et des Ben Laden et Le Carlyle Group, une affaire d’initiés, Réseau Voltaire, 16 octobre 2001 et 9 février 2004.

Operation Sarkozy : how the CIA placed one of its agents at the presidency of the French Republic

One should judge Nicolas Sarkozy according to his actions, and not according to his personality. Yet when his doings surprise even his own constituents, it is legitimate to take a detailed look at his biography and question the bonds that brought him to power. Thierry Meyssan has decided to write the truth about the French Republic’s president background. All the information included in this article is provable, except for two assertions signalled by the author who alone takes full responsibility.

Tired of the overextended presidencies of François Mitterrand and Jacques Chirac, the French elected Nicolas Sarkozy counting on his energy to revitalize their country. They were hoping for a break with years of no-change and ideologies of the past. What they got instead was a break with the very principles which founded the French nation, and have been shocked by this “hyper-president”, seizing every day a new dossier, attracting towards him the right and the left wing, and tearing apart all points of reference to the point of creating a total confusion.

Like children who have just made a boo-boo, the French are too busy trying to find excuses for themselves to admit the magnitude of the damages and of their naiveté, and they refuse all the more to see who Nicolas Sarkozy really is, that they realize they should have known since a long time who he was.

One must say the man has talents. Like a magician he tricked them. By offering them the spectacle of his private life and posing in People’s magazines, he got them to forget his political history.

The aim of this article must be clearly understood. It is not to reproach to M. Sarkozy his family, his friends or his professional ties, but the fact of having hidden those ties from the French who believed, wrongly, they were electing a free man.

To understand how a man whom all agree today to view as an agent of the United States and of Israel was able to become the head of the Gaullist party and the president of the French Republic, we must go back in time, very very far back. We must make a long digression in the course of which we will present the protagonists who are today taking their revenge.
The family secrets

At the end of Second World War, the United States secret services relied on Italo-US godfather, Lucky Luciano, to control the security of American ports and prepare their disembarking in Sicily. The main contacts of Luciano — held at that time at a New York luxury prison — to the US intelligence services went notably through Frank Wisner, Sr. Later, when the “godfather” was liberated and chose to exile in Italy, they operated through his Corsican “Ambassador”, Étienne Léandri.

In 1958, worried about a possible victory of the FLN in Algeria which could open the way to Soviet influence in Northern Africa, the United States decided to provoke a military coup d’Etat in France. The operation was jointly organized by the Cia’s Direction of Planning – theoretically lead by Frank Wisner, Sr. – and by NATO. But Wisner had already become senile by that time and it was his successor, Allan Dulles, who supervised the coup. Out of Algeria, French generals organized a Public Salvation Committee which pressured the Parisian civilian authorities to vote full powers to General de Gaulle without having had to use force.

Yet, Charles de Gaulle was not the pawn the Anglo-Saxons had believed they could manipulate. In a first phase, he attempted to deal with the colonial contradiction by granting to the overseas territories a large autonomy within the French Union. But it was already too late to save the French empire; the colonized people didn’t believe any longer in the promises of the Metropolitan France and demanded their independence. After victorious but fierce repression against those fighting for independence, de Gaulle decided to face reality, and in a rare show of political wisdom, he granted independence to each colony.

This turn about was perceived by most of those who brought him to power as a betrayal. The CIA and NATO supported then all kinds of plots to eliminate him, among which a missed coup and some 40 attempts to murder him. However, certain of his followers approved of his political evolution. Around Charles Pasqua, they created the SAC (Civic action services), a militia to protect him.

Pasqua was both a Corsican bandit and a former resistant. He married the daughter of a Canadian bootlegger who made fortune during the prohibition and he directed the Ricard company who, after commercialising absinthe, a forbidden alcohol, won respectability by converting to the sales of another alcohol based on liquorice (anisette). The company continued however to serve as a cover for all sorts of traffics connected to the New York Italian American family of the Genovese (and) that of Lucky Luciano. It is therefore not surprising that Pasqua called on Étienne Léandri (Ambassador of Luciano) to recruit the hands that constituted the Gaullist militia. A third man played an important role in the formation of the SAC, the former body guard of de Gaulle, Achille Peretti, also a Corsican.

Thus protected, de Gaulle designs an audacious national independence policy. Even though asserting his belonging to the Atlantic camp, he questions the Anglo-Saxon leadership. He opposes the entry of the United Kingdom into the European common market (1961 and 1967); refuses the deployment of UN helmets into Congo (1961); encourages the Latin American states to become free of US imperialism (speech of Mexico, 1964); kicks NATO out France and withdraws from the Atlantic Alliance’s integrated command (1966); he condemns Israeli expansionism during the Six Day war (1967); supports independence of Quebec (Speech of Montreal 1967), etc.

Simultaneously, de Gaulle consolidated the power of France by endowing it with a military industrial-complex including a nuclear deterrent and guarantying its energy provisions. He conveniently distanced the encumbering Corsicans of his entourage by entrusting them with foreign missions. Thus, Étienne Léandri became a leader of the ELF group (today Total), while Charles Pasqua the trusted man of the Francophone heads of State in Africa.

Conscious that he could not defy the Anglo-Saxons on all fronts at the same time, De Gaulle allied himself to the Rothschild family, choosing as Prime Minister, Georges Pompidou, who was the fondé de pouvoir of the bank. The two men constituted an efficient tandem, the political audacity of the first never losing sight of the economic realism of the second.

When De Gaulle resigned in 1969, Georges Pompidou succeeded him briefly at the Presidency before being taken out by a cancer. The historical Gaullists did not admit his leadership, however, and worried about his anglophile proclivities. They howled treason when Pompidou, supported by the General Secretary of the Élysée, Edouard Balladur, had “perfidious Albion” join the European Common Market.
The making of Nicolas Sarkozy

That decorum having been put into place, we can now return to our main character, Nicolas Sarkozy. Born in 1955 he is son to a Hungarian catholic nobleman, Pal Sarkösy of Nagy-Bosca, who sought refuge in France after fleeing the Red Army, and to Andree Mallah, a Jewish commoner from Thessalonica. After having three children (Guillaume, Nicolas and François), the couple divorced. Pal Sarkösy of Nagy-Bocsa remarried with an aristocrat, Christine de Ganay, with whom he had two children (Pierre Olivier and Caroline). Nicolas will not be raised by his own parents alone, but will go back and forth within this recomposed family.

His mother became the secretary of De Gaulle’s bodyguard, Achille Peretti. The latter, after founding the SAC, pursued a brilliant political career. He was elected Deputy and Mayor of Neuilly sur Seine, the richest residential suburb of the capital, and later President of the National Assembly.

Unfortunately, in 1972, Achille Peretti comes under grave accusations. In the United States, Time Magazine reveals the existence of a secret criminal organization « the Corsican Union » which controls a large part of the drug trade between Europe and America, the famous « French connection » which Hollywood popularized on the large screen. Based on parliamentary auditions and on his own investigations, Time names the name of a mafia boss, Jean Venturi, arrested a few years earlier in Canada, who is none other than Charles Pasqua’s commercial delegate at the liquor society Ricard. The names of several families headed by the “Corsican Union” are cited, among which that of the Peretti. Achille denies, but is forced to renounce to the presidency of the National Assembly, and barely escapes a “suicide”…

In 1977, Pal Sarkösy of Nagy-Bocsa separates from his second wife, Christine de Ganay, who then gets together with the N°2 of the US State Department central administration. She marries him and settles in America with him. The world being very small, as everyone knows, her husband is none other than Frank Wisner, Jr, son of the previous. Junior’s responsibilities at the CIA are unknown, but it is clear that he plays an important role. Nicolas, who remains close to his mother in law, his half brother and his half sister, begins to turn towards the United States where he “benefits” from training programs of the State Department.

During that same period, Nicolas Sarkozy adheres to the Gaullist party coming into frequent contact with Charles Pasqua, who was not only a national leader then, but also the head of the party’s Haut de Seine department section.

Having finished Law School in 1982 and joined the Barr association, Nicolas Sarkozy married the niece of Achille Peretti. His best man was Charles Pasqua. As a lawyer, Sarkozy defended the interests of his mentors Corsican friends. He bought a property on the Island of Beauty, in Vico, and went as far as envisaging to make his name more “Corsican” by replacing the “y” by an “i”: Sarkozi.

The next year, he was elected Mayor of Neuilly sur Seine in replacement of his uncle in law, Achille Peretti, thundered by a heart attack. However, it was not long before Nicolas Sarkozy betrayed his wife, and since 1984, he had a secret liaison with Cecilia, the wife of the most famous entertainer of French television at that time, Jacques Martin, whom he had met while celebrating their marriage, a function he exerted being mayor of Neuilly. That double life lasted five years, before the lovers decided to quit their respective couples in order to build a new home.

In 1992, Nicolas was best man in the marriage of Jacques Chirac’s daughter, Claude, with an editorialist of Le Figaro. He couldn’t refrain himself from seducing Claude and having a short liaison with her, while officially living with Cecilia. The cuckold husband committed suicide by absorbing drugs. The break was brutal and without pardon between the Chirac’s and Nicolas Sarkozy.

In 1993, the left lost the legislative elections. President François Mitterrand refused to resign and entered into cohabitation with a right wing Prime Minister. Jacques Chirac who ambitioned the presidency, and was thinking at that point of constituting, with Edouard Balladur, a couple comparable to that of De Gaulle and Pompidou, refused to be Prime minister and left his post to his “30 year long friend”, Edouard Balladur. In spite of his sulphurous past, Charles Pasqua became Interior Minister. While keeping high hand over Moroccan marijuana trade, he took advantage of his situation to legalize his other activities taking control of casinos, gambling and horse races in francophone Africa. He wove ties with Saudi Arabia and Israel and became an officer of honour to the Mossad. Nicolas Sarkozy on his part, became minister of Budget and spokesman for the government.

In Washington, Frank Wisner, Jr. became the successor of Paul Wolfowitz as head of the Political Planning department of the Department of Defense. Nobody noticed at that time the ties to the spokesman of the French government.

It is then that tensions similar to those which rocked the Gaullist party 30 years earlier, broke out between the historical Gaullists and the financial right wing, incarnated by Balladur. The new element was that Charles Pasqua and along with him, the young Nicolas Sarkozy, betray Jacques Chirac in order to join the Rothschild current. Mayhem breaks out. The conflict will reach a climax in 1995 when Edouard Balladur ran for president, against his former friend, Jacques Chirac, and was beaten. Foremost, following instructions from London and Washington, the Balladur government opened negotiations for membership status to the European Union and NATO to States of Central and Eastern Europe who had freed from Soviet control.

Havoc reigns then in the Gaullist party where the friends of yesterday are ready to kill themselves today. To be able to finance his electoral campaign, Edouard Balladur attempts to grab the secret slush fund of the Gaullist party, hidden in the double deckered accounting of the books of the oil group ELF.
The ride through the desert

Through out his first mandate, Jacques Chirac keeps Nicolas Sarkozy at arms distance. The man was discrete during his ride through the desert. Discretely, however, he continued to weave ties to the financial circles.

In 1996, finally succeeding to bring to conclusion an endless divorce procedure, Nicolas Sarkozy marries Cecilia. Two billionaires were their best men, Martin Bouygues and Bernard Arnaud (the richest man of the country).
The final act

Way before the Iraqi crisis, Frank Wisner Jr. and his colleagues at the CIA plan the destruction of the Gaullist current and the coming to power of Nicolas Sarkozy. They move in three phases: first, the elimination of the leadership of the Gaullist party and the take over of the party apparatus, then the elimination of his main right wing rival and the securing the nomination to the presidential election for the Gaullist party; finally, the elimination of any serious challenger on the left to make sure that Nicolas would win the presidential election.

During years, posthumous revelations by a real estate dealer kept the media on their toes. Before dying from a terminal disease, for reasons which remain unknown, he decided to video tape his confessions and for reasons which are even more obscure, the “cassette” landed in the hands of a Socialist party leader, Dominique Strauss Kahn, who addressed it indirectly to the media.

While the confessions of the real estate dealer did not lead to any juridical sanctions, they opened up the Pandora’s Box. The main victim of the series of scandals was Prime Minister Alain Juppé. To protect Chirac, he assumed alone all the penal sanctions. The removal of Juppé from the front lodges opened the way for the take by Sarkozy of the leadership of the Gaullist party.

Sarkozy exploited then his position to force Jacques Chirac to take him into the government once again, in spite of their reciprocal hatred. In the end, he became Interior Minister. Mistake ! This post gave him control over the prefects and the internal intelligence apparatus which he used to gain positions of power over the large administrations.

He dealt also with Corsican affairs. Prefect Claude Érignac was murdered. Even though nobody claimed it, the murder was immediately interpreted as a challenge by the independentists to the Republic. Following a long hunt, the police managed to arrest a fleeing suspect, Yvan Colonna, son of a Socialist deputy. Caring little about the presumption of innocence, Nicolas Sarkozy announced the arrest, accusing the suspect of being the assassin. The news is too important, a mere two days away from the referendum the minister has organized in Corsica to modify the status of the island. Be as it may, the electors reject the Sarkozy project, who, according to some, favoured mafia interests. While Yvan Colonna was ultimately declared guilty, he always claimed his innocence and no material proof was ever found against him. Strangely, the man preferred to remain totally silent rather than reveal what he actually knew. We reveal here that prefect Érignac was not directly killed by the nationalists, but by a paid killer, immediately exfiltrated towards Angola where he was hired to the security of the Elf group. The mobile of the crime was precisely connected to the previous functions of Érignac, responsible for the African networks at Pasqua’s cooperation ministry. As for Yvan Colonna, he is a personal friend of Nicolas Sarkozy since decades and their children have entertained social relations.

A new scandal broke out then: phoney computer listings were circulating falsely accusing several personalities of hiding bank accounts in Luxembourg, at Clearstream. Among the defamed personalities: Nicolas Sarkozy, who filed a suit insinuating that he suspected his right wing rival to the presidency, Dominique de Villepin, to have organized this machination. Sarkozy didn’t hide his intention either to throw him in jail. In reality, the false listings were put in circulation by members of the French American Foundation, of which John Negroponte was the president and Frank Wisner Jr, the administrator. What the judges ignored and which we reveal here is that the listings were fabricated in London by a common office of the CIA and of MI6, Hakluyt and co, of which Frank Wisner is also an administrator.

Villepin denied the accusations, but was indicted, assigned to residence and, de facto, eliminated from political life temporarily. The road is thus free on the right wing for Nicolas Sarkozy. It remained for the opposition candidacies to be neutralized. The membership fees to the Socialist party were reduced to a symbolic level in order to attract new activists. Suddenly, thousands of youth take membership cards. Among them, there were at least 10 000 new members who are in reality militants from the “Lambertist” Trotskyite party, (named after its founder Pierre Lambert). This small extreme left group historically served the CIA against the Stalinist communists during the cold war (it is the equivalent of the Social democrats/USA of Max Schatchman, who trained the US neo-conservatives). It is not the first time the “Lambertists” infiltrate the Socialist party. They introduced there two notorious CIA agents : Lionel Jospin (who became Prime minister) and Jean Christophe Cambadelis, the main advisor to Dominique Strauss Kahn.

Primaries were organized inside the Socialist party to designate its candidate to the presidential election. Two personalities were competing: Laurent Fabius and Ségolène Royal. Only the first was a danger for Sarkozy. Dominique Strauss Kahn came into the race with the mission to eliminate Fabius at the last moment. Something he did with the help of the votes of the infiltrated “lambertists”, who voted not for him but for Royal.

The operation is possible because Strauss Kahn is since long on the pay roll of the United States. Frenchmen ignore that he teaches at Stanford, where he was hired by the prévot Dean of the University, Condoleeza Rice. From the beginning of his term, Nicolas Sarkozy and Condoleeza Rice will thank Strauss Kahn by having him elected to the leadership of the International Monetary fund.
First days at the Élysée

The evening of the second round of the presidential election, when polling agencies announced his probable victory, Nicolas Sarkozy gave a short speech to the nation from his general campaign quarters. Then, contrary to all custom, he didn’t celebrate with the militants of his party, but went to the Fouquet’s. The famous brasserie at the Champs-Élysées, formerly the place of rendez-vous of the “Corsican union” is today the property of Casino magnate, Dominique Desseigne. It was lent to the elected president to receive his friends and main campaign donors. Some hundred guests crowded there, the richest men of France hobnobbing with the casino bosses.

The elected president then offered himself some days of well merited rest. Transported to Malta by a private Falcon 900, he relaxed on the Paloma, a 65 m yacht of his friend Vincent Bollore, a billionaire trained at the Rothschild bank.

Finally, Nicolas Sarkozy was inaugurated president of the French Republic. The first decree he signed was not to enact an amnesty, but to authorize the casinos of his friends Desseigne and Partouche to multiply the money machines.

He composed his working team and his government. Without surprise, one finds there an ominous casino owner (the minister of Youth and Sports) and the lobbyist of the casinos of his friend Desseigne (who became a spokesman of the “Gaullist party”.)

Nicolas Sarkozy relies above all on 4 men :

- Claude Guéant, secretary general of the Elysée Palace, the former right hand of Charles Pasqua.
- François Pérol, under-secretary general of the Elysée, an associate manager of the Rothschild bank.
- Jean-David Lévitte, diplomatic advisor. Son of the former director of the Jewish Agency. French ambassador to the UN, he was removed by Chirac who judged him too close to George Bush.
- Alain Bauer, the man of the shadows. His name does not appear in the directories. He is in charge of the secret services. Former Grand Master of the French Great Orient (the most important Masonic organization in France) and former N°2 of the United States National Security Agency in Europe.

Frank Wisner Jr. who in the meantime was named “special envoy” to President Bush for the independence of Kosovo, insisted that Bernard Kouchner be named minister of Foreign affairs with a double mission priority: the independence of Kosovo and the elimination of France’s Arab policy.

Kouchner started his career by participating in the creation of a humanitarian NGO. Thanks to financial support from the National Endowment for Democracy, he took part in operations of Zbigniew Brzezinski in Afghanistan against the soviets, along sides with Oussama Ben Laden and the Karzai brothers. One finds him again in the 90’s working with Alija Izetbegovic in Bosnia Herzegovina. From 1999 to 2001 he was high representatives of the UN to Kosovo.

Under the rule of the youngest brother of president Hamid Karzaï, Afghanistan became the first world producer of opium poppies transformed in heroin locally and transported by the US Air force to Camp Bondsteed (Kosovo). There, the men of Hacim Thaci take charge of the drug and distribute it mainly in Europe and accessorily in the United States. The benefits are used to finance the illegal operations of the CIA. Karzai and Thaci are longstanding personal friends of Bernard Kouchner who undoubtedly ignores their criminal activities in spite of all the international reports which have been dedicated to them.

To complete his government, Nicolas Sarkozy named Christine Lagarde, minister of the Economy and Finances. All her career was made in the United States where she directed the prestigious law firm Baker and McKenzie. At the Center for international and strategic studies of Dick Cheney, she copresided with Zbigniew Brzezinski a working group which supervised the privatisations in Poland. She organized also an intense lobbying effort for Lockheed Martin against French airplane producer Dassault.

New escapade during the summer. Nicolas, Cecilia, their common mistress and their children went on holidays to the United States at Wolfeboro, not far from the property of President Bush. The bill was paid this time by Robert F. Agostinelli, an Italian-New Yorker investment banker, Zionist and a pure brand of neo-conservative who writes in Commentary, the magazine of the American Jewish Committee.

The success of Nicolas had impact on his half brother, Pierre Olivier. Under the American name of Oliver, he was named by Frank Carlucci (formerly N°2 of the CIA after having been recruited by Frank Wisner, Sr.) Director of the new investment fund of the Carlyle Group (the common investment firm of the Bush family and Ben Laden). Having become the 5th largest business dealer in the world, he handles the main assets of the sovereign funds of Kuwait and Singapore.

The popularity of the President is in a free fall in the polls. One of his communications advisors, Jacques Seguela (also consultant for political communication at the NED where he is in charge of diverse CIA operations in Western Europe and Latin America), proposes to detract the public’s attention with new “people stories”. The announcement of the divorce with Cecilia was publicised by Libération, the paper of his friend Edouard de Rothschild, to cover up the slogans of demonstrators in a day of general strike. Stronger even, the communications agent organized a meeting between the president and the former top model, Carla Bruni. Some days later, her liaison with the president became official and the media hammering covered up once again political criticism. Some weeks later, the third marriage of Nicolas occurred. This time, he chose as best men Mathilde Agostinelle (the wife of Robert) and Nicolas Bazire, a former cabinet director of Edouard Balladur who became assistant manager at the Rothschilds.

When will the French use their eyes to see what they have to do ?

by Thierry Meyssan
Journalist and writer, president of the Voltaire Network.

Pékin 2008 : George W. Bush, ivre, évacué de la tribune officielle

Le président des États-Unis n’a pas immédiatement réagi à l’attaque surprise de l’Ossétie du Sud par la Géorgie pendant la cérémonie d’ouverture des Jeux olympiques de Pékin 2008. Ses « conseillers » n’avaient guère eu de difficultés à le neutraliser le temps voulu pour le placer en face du fait accompli.

Sur ces photos d’Associated Press et de Getty Images, on voit George W. Bush, en état d’ébriété avancée, faire le pitre dans la tribune officielle. Ne parvenant plus à tenir debout, même appuyé à la rambarde, il est évacué par ses gardes du corps.



Tuesday, September 30, 2008

Fotografías muestran a Bush borracho en las Olimpíadas de Pekín

Mientras el gobierno de Georgia lanzaba su ataque a Osetia del Sur, creando un nuevo foco de conflicto mundial, su protector George Bush se presentaba al público completamente borracho en las Olimpíadas de Beijing, según las reveladoras fotografías publicadas en Gawker.com y difundidas por numerosos sitios web, entre otros Aporrea y Yvke Mundial de Venezuela.

Sur ces photos d’Associated Press et de Getty Images, on voit George W. Bush, en état d’ébriété avancée, faire le pitre dans la tribune officielle. Ne parvenant plus à tenir debout, même appuyé à la rambarde, il est évacué par ses gardes du corps.